(15-07-2012)
Son indecentes y cobardes. Les falta valentía
y les sobra desfachatez y desvergüenza. España no merece más afrentas de un
gobierno como éste.
¡Ni ante el Parlamento fue sincero este
presidente lamentable!
Las medidas verdaderas, en inglés, con
nocturnidad y alevosía, como captó el diario El País, en la Web del Ministerio
de Economía The Spanish Economy.
Sólo sienten la necesidad de ser sinceros ante
el amo europeo que los sujeta por el collar, con su plena complacencia.
En el Parlamento disparaban sobre los
funcionarios; en el BOE orinan sobre nuestros cadáveres.
Amontonan contra los funcionarios
disposiciones injustificables, injustas, seguramente inconstitucionales y uno
diría que diseñadas por una persona sádica y frustrada porque no consiguió
acceder a la función pública después de muchos intentos ; nos esquilman en el
nombre de la necesidad; nos insultan y nos criminalizan. Una baja médica de
entre uno y veintiún días nos penalizará, además de con las inconveniencias de
la pérdida de salud, con una pérdida de salario que oscilará de un cincuenta
por ciento a una cuarta parte , según la duración. La enfermedad es un delito,
si eres una persona dedicada a la función pública.
¿Qué mente criminal puede diseñar semejante
atentado contra los servidores públicos? ¿Qué mente irracional podría pensar
que semejante arbitrariedad calmará por fin a los mercados? ¡Qué
extraordinaria excusa la crisis para desmontar los servicios públicos
como primer paso para su privatización!
¿Hay alguien ahí? ¿Hay una oposición que
merezca ese nombre o es sólo un juego de rol y de simulaciones? ¿Hay ahí un
tribunal constitucional que pueda actuar de oficio ante el atropello a
los principios constitucionales o son becarios temerosos de perder el favor de
sus patronos?
No nos defenderá nadie. Atacar a los
funcionarios no tiene coste político. Defenderlos no da réditos electorales.
Tendremos que asumir con entereza una guerra contra estos desalmados hasta las
últimas consecuencias. Ellos la han comenzado. O ellos, o nosotros. Nosotros
somos fundamentales y ellos son una plaga sobre este país indefenso.
Ya lo dijo el poeta. ¡Hasta enterrarlos en la
mar...!
No hay comentarios:
Publicar un comentario