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lunes, 23 de julio de 2012

¡Rescatados!


(10-06-2012)
¡Por fin, ya era hora de acabar con este sinvivir! Después de tanto negarlo el bueno de Mariano, después de haber cortado cabezas en su propio partido a quien osó aceptarlo como posibilidad, tan sólo hace dos días... Pedro negó a Cristo tres veces, y fue el primer papa de su Iglesia. Mariano se ha negado a sí mismo más de mil veces en sólo seis meses de gobierno. ¿Qué cargo extraordinario le reservará el destino? La voluntad de dios es insondable. Sólo Él conoce sus designios y el destino que reserva a los cobardes y a los mentirosos.
Mariano no sale a la palestra. El que iba a llamar al pan pan y al vino vino escurre el bulto tras el rictus desabrido de Guindos o tras las enaguas de Soraya, la mensajera del miedo.
Y yo quiero saber cuánto me costará el rescate de "nuestro" sistema financiero, de esa banda, -sí, bandidos, ¡claro!- sin código moral  ni capacidad profesional, por lo que puede verse, que nadie ha controlado. Ellos sí, es indudable, han vivido por encima de "nuestras" posibilidades.  Por ahora sabemos lo que nos ha costado hasta el momento. Caminamos hacia el pasado a  la velocidad de los neutrinos. Ya nos hemos dejado en el camino treinta años de conquistas sociales.
Veo - y es el dolor más inmediato porque es el más reciente- que se quedarán al margen los hijos de la crisis, a los que preparé para estudiar carreras en la Universidad en un instituto del extrarradio urbano de una ciudad cainita y narcisista cuyas familias no pueden costearles la matrícula.
Pero quiero saber, mejor hoy que mañana, cuánto nos costará a los que financiamos el mayor catálogo de indignidades que nunca nos habían  infligido en menos tiempo, cuántos puntos de IVA habré de soportar cada vez que vaya a la tienda de la esquina, cuántos años habré de prolongar mi vida laboral, cuánto recorte habré de soportar en la pensión por la que he cotizado toda una larga vida laboral. Ya hemos oído que la esperanza de vida de los jubilados que reciben prestaciones del sistema, - los otros no cuentan, pueden morir en paz en las cunetas cuando a bien lo tengan- es una carga insoportable para el estado. Algo se os ocurrirá, me temo.
"Son los riesgos del sistema" - nos diréis. "A veces se pierde, a veces se gana". Son los riesgos de daros la oportunidad de gobernar - añado yo. Vosotros siempre habéis privatizado el beneficio. Para el pueblo que os dio la mayoría dejáis la ruina, a escote entre los que apenas si pueden alimentar a la familia. Os dio la mayoría, y habéis interpretado que os dio permiso para convertirlo en el vertedero de cualquier inmundicia del sistema.
¡Enhorabuena! ¡Rescatados! Ya no somos los náufragos del sur, en esta Europa sin ideas, sin sentido colectivo, de frutos tan tardíos.
¡Se van a enterar en la Eurocopa!

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