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lunes, 23 de julio de 2012

¿El gran hermano son los mercados?


(21-01-2011)
            Uno diría que sí. Es un ojo maligno- el del capitalismo feroz- que observa nuestras dificultades para aprovecharlas despojando a la mayor parte de la ciudadanía de derechos duramente conseguidos en siglos de esfuerzo, y que se había plasmado aceptablemente en un término que ya ha perdido buena parte de su significado: "el estado del bienestar". ¡Ah, la vieja Europa que transformó el mundo para bien - a veces también para mal- tiene ya pocos arrestos!
            Los mercados están esperando "mensajes" de los gobiernos para abrir el grifo por el que fluye el capital especulativo. Si los mensajes no les satisfacen cierran el flujo y aprietan las condiciones en las que compran la deuda pública. Para entendernos, atosigan a los gobiernos hasta el límite subiendo los intereses a los que prestan dinero, aprovechando las dificultades financieras que ellos mismos han creado. Ensucian el agua para pescar más fácilmente, por decirlo en términos coloquiales.
            En nuestro caso , los mensajes que han solicitado y que han conseguido sin mucha dificultad , no tienen desperdicio: reducciones salariales , al menos en los empleados públicos, muy significativas; reducción de prestaciones sociales  para desempleados de larga duración -hay en esa demanda una acusación larvada y horrible: el parado es culpable de su situación-; ampliación de la vida laboral - no creo que ningún joven menor de treinta años en la actualidad cotice los años suficientes para recibir la pensión íntegra al final de su vida laboral-; ampliación de los años de cómputo para el cálculo de la pensión que ocasionará una importante pérdida de poder adquisitivo de las pensiones del futuro; disminución de la dotación de programas sociales en los presupuestos del gobierno... ¡Es deprimente seguir!
            Hace no muchos días pude ver una entrevista a Julio Anguita en una cadena de televisión. El viejo califa rojo puso voz a un pensamiento que me tortura desde hace tiempo. Dijo textualmente "Han dejado sin sentido la democracia" Justo la frase que he repetido en los últimos meses en charlas de café. ¿Qué programa político podré votar en las próximas elecciones...? El programa político lo marcan los mercados. El capitalismo ha dado un golpe de estado sin parangón, sin tanques, sin soldados en la calle. Gobierna, y ni siquiera en la sombra. A plena luz del día. Provocó la crisis con su especulación desenfrenada. Pidió ayuda a los gobiernos, es decir, a todos nosotros que financiamos los presupuestos del estado con nuestros impuestos. Y cuando levantó de nuevo el vuelo, nos arrincona y nos priva de lo que tanto nos costó conseguir en siglos de pelea.
            Me pregunto si no estaremos muertos. Hace un siglo habría estallado una revolución en cualquier lugar de Europa y se habría extendido, como un reguero de pólvora al que hubiéramos arrimado una cerilla, por el resto del continente en dos semanas.
            Y es posible que tengamos la ilusión que ese capitalismo deshumanizado esté emboscado lejos de nuestras fronteras, que sea un capitalismo distante y que habla en lenguas extranjeras ¡Error! Lo tenemos a la vuelta de la esquina. Maneja nuestras cuentas.

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