La crónica de hoy habla de
robo. A cara descubierta.
Si usted tiene contratada una línea Movistar, compruebe
la factura que acaba de pagar. Hoy han puesto entre mis manos una factura sobre el consumo de julio y
agosto a la que le han aplicado el 21% de IVA. Telefónica le ha robado el 3% de la factura a esa familia.
La justificación figura resaltada en la propia factura.
Se le aplica el IVA al 21% porque el documento se ha elaborado el 1 de
septiembre. Es de un cinismo que produce sonrojo. Tan fácil, como haberla
elaborado el 31 de agosto, para defender los intereses del cliente. No era el
objetivo. El objetivo, simple y llanamente, era el robo aprovechando los
desbarajustes que una subida de IVA genera en nuestras cuentas familiares fijas
al entrar en vigor.
Compruebe su factura. Probablemente habrán cometido ese
robo multiplicado por millones de facturas. Una sola no merecería correr el
riesgo.
Si usted ha cambiado recientemente su móvil por un
aparato más sofisticado en una tienda Movistar, seguramente le ofrecieron un
seguro que cubriera los daños del artefacto. Si usted dijo que sí, todo va
bien. Si usted lo rechazó, compruebe su factura. Hoy han puesto en mis manos
una factura de alguien que rechazó el seguro, pero cuyos costes le han cargado.
En la tienda lo remiten al 1004. Cinco llamadas después, el 1004 lo remite a la
compañía de seguros cuyos servicios rechazó. Es el viejo procedimiento de
agotar al reclamante. El seguro, desde luego, es un servicio de Movistar.
Mejor, una añagaza, para incrementarnos la factura mensual.
Comprueben sus facturas.
El procedimiento del gran capital para esquilmar nuestros
bolsillos ya no necesita enmascararse. Somos terreno abonado en un país sin
ley, fronterizo entre la humanidad civilizada y el desastre social. Ellos lo saben.
Huelen el desencanto, el agotamiento, la ausencia de reservas para resistir al robo
permanente al que nos vienen sometiendo los usureros de las finanzas y sus cómplices
políticos. Y han jugado sus cartas. Un robo más del 3% en la factura pasará desapercibido.
No somos un rebaño. Reclamo la dignidad del ciudadano cada
día en las páginas de este blog. Hoy apelo a la dignidad del cliente.
Comprueben sus facturas. Si el robo se confirma, seamos dignos.
Una denuncia masiva en los organismos competentes. Y, luego, una baja masiva de
miles de clientes. El compromiso de permanencia que nos obligan a aceptar no significa
nada frente a un juez. Quizá eso los coloque en su lugar.
No tienen ética, pero quizá se vean obligados a ejercerla
en el futuro.
Tenemos fuerza. Habrá que demostrarlo cada día. Habrá que
plantar cara a la indignidad o perderemos lo poco que nos queda, nuestra capacidad
de rebelión. Entonces sí seremos un rebaño.
Sinceramente no entiendo cómo aún hay gente que permanece en Telefónica/Movistar. Teniendo ofertas tan buenas como Pepephone para los móviles y para los fijos, cualquiera que no sea Movistar irá mucho mejor, más velocidad a menor precio. Un saludo!
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