Si Don Quijote cabalgara
de nuevo moriría de vergüenza. En un lugar de esta España malherida, cuyo
nombre conocemos de sobra, gobierna - es un decir- María Dolores
Cospedal. Ese llano universalmente famoso por las andanzas del maltrecho
caballero de la triste figura, será pronto conocido, también, como el más
grande vertedero del país, de los muchos que hay, donde se van pudriendo
lentamente los derechos humanos. Un vertedero gobernado por una mezcla de la
ambición y la fría determinación de una mujer cínica, autoritaria,
enemiga de su propio parlamento del que ha expulsado de hecho a la
oposición dejando a los diputados sin remuneración, sin reparos morales de
ningún tipo para recortar todos los servicios públicos, mientras coloca a
sus afines a buen recaudo de la crisis.
Uno diría, sin miedo a equivocarse, que en su afanosa
lucha por alcanzar la cúspide de su laberíntico partido, ha dejado olvidada la
conciencia y no ha encontrado ocasión de echarla en falta.
Si el cinismo político necesitara un
rostro, ese es el rostro de Cospedal.
Castilla-La Mancha es la campeona de
los recortes en educación a nivel nacional. 400 millones de euros.
Porcentualmente, multiplica por diez las reducciones en la mayor parte de las
comunidades. Infinidad de plazas de profesorado interino han sido
suprimidas.
Ahora la Consejería de Educación de la
Comunidad Manchega oferta plazas de sustitución a titulados en paro, sin
cobrar, a cambio de puntos para futuras oposiciones, que no convocará en sepa
dios los años. Cospedal necesita esclavos voluntarios.
¡Cinismo puro! ¡Indignidad irrespirable!
¡Desvergüenza política que nunca habíamos visto!
Se suprimen puestos de trabajo necesarios
y se pretende cubrir ese servicio sin pagar por ello. Mientras, el dinero de
nuestros impuestos se destina a cubrir el déficit financiero que políticos y
banqueros irresponsables o corrompidos han generado de común acuerdo.
Lo peor es que habrá quien se preste.
Lo peor es que la crisis va cubriendo
paulatinamente sus objetivos sociales, agotarnos, dejarnos indefensos,
inseguros, aislados los unos de los otros en nuestra desesperanza y nuestro
miedo. Alguno habrá que acuda a la llamada necesitado de agarrarse al
clavo ardiendo del silbido de la serpiente para mantener un asidero de
normalidad en su vida; incluso las mentiras más terribles generan esperanza en
los incautos y en los desesperados.
Esto es sólo un blog humilde y
provinciano; sería demasiada pretensión llegar a la conciencia de demasiada
gente, pero si alguno de vosotros se sintiera tentado, sabed que un esquirol es
quien acude a hacer el trabajo de otro obrero en huelga. Pero que hacer gratis
el trabajo de un obrero que ha sido despedido es un crimen que aún no tiene
nombre. Cospedal acaba de crearlo y aún no ha dado tiempo a que pase por la
pila bautismal de las invenciones monstruosas y deformes.
Ninguna necesidad puede hacernos
renunciar a la dignidad. Si la perdemos, el declive moral está ya asegurado
para siempre. Será irrecuperable. Aceptaremos la esclavitud como salida.
Aceptaremos que una persona es sólo mercancía.
Si alguno de
vosotros aceptara, sabed que se haría acreedor a un círculo espeso de silencio,
de vergüenza ajena, de aislamiento séptico. Sabed que arrastraría el resto de
su vida el peso de una cadena vergonzante al cuello, la marca a fuego que una
vez portaron los esclavos, con el agravante de que sería una esclavitud
libremente aceptada, insolidaria y estúpida.
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