Impunemente.
Por parte del Estado.
No podrían haberse conformado con violentar el convenio laboral de todos los trabajadores públicos del país, sustrayéndonos en los presupuestos generales del estado una de nuestras catorce pagas anuales, la extraordinaria de Navidad. No les bastó.
Cuando cada trabajador público perciba su nómina de este mes, además de comprobar de forma fehaciente que lo de la extraordinaria no era un rumor interesado, percibirá con asombro, frustración o resentimiento, que , además, su nómina será un 6,5% menor que el mes pasado , como mínimo.
No hemos percibido la extraordinaria de navidad, pero cotizamos por derechos pasivos, como si la hubiéramos percibido. Nos roban una paga legalmente en el BOE, pero nos hacen cotizar por ella como si aquí no hubiera pasado nada. ¡Demencial! Nos detraen por dinero que no hemos percibido.
Es decir, ¡nos roban! Literalmente nos roban.
Contrasta todo esto con la aseveración de una autoridad , - en el sentido del conocimiento, no en sentido moral- del BCE, que afirmó recientemente que la unión bancaria europea , o lo que sea que están esbozando, ya ha beneficiado a España, porque de los 400.000 millones de euros que habían huido del país en el último año, al menos 60.000 habían retornado a España.
Eso debemos al capitalismo, agradecimiento porque algunos han vuelto al redil patrio.
Yo no levantaría mi voz si el sacrificio de mi nómina sirviera para crear un puesto de trabajo. Fijaos lo que digo: un miserable puesto de trabajo. Pero, no. Íntegramente irá a paliar locuras financieras que cometieron, al unísono, especuladores, banqueros y políticos irresponsables y venales.
Pero, incluso esa locura financiera habría sido menos eficaz en demoler el estado democrático, debilitado y en manos de una derecha descarada , retrógrada y sin sentido de Estado, si todos los gobiernos democráticos hubieran cumplido su deber. Nadie ha perseguido la economía sumergida y el fraude fiscal. Nadie. Un tercio del Producto Interior Bruto de España no cotiza, nunca ha cotizado. En términos de fraude al Estado, a todos nosotros, viene a suponer entre 65.000 y 90.000 millones de euros cada año.
Con esos ingresos en las arcas del Estado , probablemente no habría deuda ni déficit fiscal.
Si cada gobierno hubiera cumplido su deber de perseguir el fraude, la crisis habría pasado ya hace años y España sería el modelo de Europa.
Pero es más fácil robar a un funcionario.
Y es más práctico usar la crisis artificial como la gran disculpa para desmontar el Estado Democrático que nos dimos.
Montoro devolverá las cantidades injustamente detraídas en los próximos tres meses.¿Con intereses? En un gobierno legitimado por su respeto a las disposiciones legales debería haber dimitido ya. No es el caso. Da igual el perjuicio provocado. Sólo es uno más, de los muchos que llevan perpretados. ¡¡Indecentes!!
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