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jueves, 18 de abril de 2013

Nazismo puro

  Reconozco mi confusión. Ya no soy capaz de calificar a Cospedal. ¿Cínica y calculadora? ¿Irreflexiva e imprudente? ¿Absolutamente descerebrada como consecuencia de su ambición sin límites...? ¿ Tan soberbia que cree que su capacidad de manipulación no tiene límites y que la gente es idiota...?
   La verdad es que no sabría decirlo.  Me inclino por considerar que lo suyo es una mezcla explosiva de imprudencia, ambición, torpeza, desprecio a la ciudadanía en general y soberbia injustificada, si la soberbia necesita sustentarse en méritos de algún tipo. Hay un calificativo que sí me parece de aplicación sin duda alguna; es una persona detestable por su discurso y por las medidas políticas que aplica en su Comunidad.
  Califica de nazismo puro ese recurso desesperado, el denominado "escrache", de los afectados por la hipoteca y sube algunos grados mi confusión ¿Es una maniobra calculada, consecuencia de la estrategia del partido de descalificación de los movimientos ciudadanos...?  ¿Un impulso repentino...?
    No conviene a Cospedal recordarnos los procedimientos del nazismo para llegar al poder. Manipularon, engañaron a una buena parte de la ciudadanía - recordemos que se autodenominaban Partido Nacional SOCIALISTA, que esquemáticamente la esvástica guarda un cierto parecido estructural con la hoz y el martillo que la Revolución Rusa exportó como imagen , y que se atribuyeron el rojo, el color de los revolucionarios, como uno de sus colores , antes de que Hugo Boss padre les diseñara aquellos temibles uniformes- no sea que nos dé por comparar con el procedimiento mendaz de su campaña electoral, en la que la propia Cospedal definió una y otra vez al Partido Popular como el partido de los trabajadores. Cierto que el "¡que se jodan!" de Fabra vino luego.
    Podríamos comparar también los procedimientos manipuladores del Ministerio de Propaganda Nazi con la actuación del Partido Popular en Radiotelevisión Española y en las televisiones autonómicas que el partido controla. La manipulación informativa es desvergonzada y la presión y persecución a los profesionales independientes o claramente alineados con otras opciones políticas está siendo denunciada constantemente y con pruebas irrefutables.
    Podría darnos por sacar conclusiones de lo que va aflorando - una insignificante muestra de las toneladas de basura que aún aflorarán- sobre la financiación delictiva , presunta desde luego, de su partido por parte de las grandes empresas que lograban contratos del Estado. Algo de eso hay en la historia del partido Nazi.
    Y luego está lo primordial, la igualdad ante la ley. Cospedal acaba de afirmar que los votantes del Partido Popular sí pagan la hipoteca aunque tengan que quedarse sin comer. O sea, que no están desahuciando a sus votantes. Por tanto, el desahucio es una medida que afecta solo a la escoria que no vota al partido Popular. No le cabe a Cospedal ni un reparo moral, por consiguiente. ¿Qué necesidad hay de cambiar la ley si su aplicación no afecta a ninguno de los nuestros? - suposición estúpida , por cierto- ¿Y los demás...? Pues, ¡que se jodan!  Son el enemigo. He ahí una política de la España democrática que asume verdaderamente su función de gobernar para todos.
   ¿Recordamos que ha sido su partido el que ha dejado sin asistencia sanitaria a los extranjeros irregulares en este país? ¿Tiramos de hemeroteca para ver  cuántas muestras de xenofobia acumula su partido en las campañas electorales…?
   Lo dicho. Cospedal es una persona impresentable, incapaz de representar con dignidad la España democrática que un día decidimos otorgarnos, una deformidad de las muchas que este país produce. Es su partido el que se sirve con frecuencia de  procedimientos empleados por los nazis, en su discurso, en sus valores selectivos, en su concepción de la organización social y en el ejercicio del poder otorgado por las urnas. Lo quieran o no lo quieran, el partido Nazi surgió de la complicidad entre la derecha antidemocrática y el capital, un venenoso hermanamiento que hoy se reproduce a escala europea de forma lamentable.
   No negaré que en cada escrache hay un componente de violencia. Pero es una violencia legítima, cuando  los otros procedimientos democráticos no surten los efectos deseados. Mire Cospedal algún libro de Historia que tenga olvidado en algún estante de su lujosa casa. Podrá comprobar con una lectura reposada y tranquila que la violencia es un instrumento legítimo para recuperar la soberanía y la dignidad, cuando los demás recursos no sirven para restablecer el equilibrio imprescindible en una convivencia injusta, la que su partido ha venido diseñando de forma acelerada en el último año y medio. La violencia creciente en esta sociedad maltratada tiene un origen indudable, las políticas interesadas e injustas del partido Popular. Ahora, María de todos los Dolores de la Mancha, toca joderse o corregir. 
    Y aun no se ha visto violencia verdadera. Todo se andará, si esta Europa encanallada y sus gobiernos vicarios siguen saqueando a los pueblos para garantizar el beneficio de una indecente minoría.
    

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