El Instituto donde trabajo anduvo un día completamente revuelto.
No era para menos. Jordi Évole y su productora nos habían elegido como parte
argumental de alguno de los capítulos de “Salvados”. Por lo que pude vislumbrar
y me contaron fue un día intenso. En estas ocasiones aprende uno que una hora
de emisión debe costar cien horas de trabajo.
Andaba
la muchachada revuelta, dispuesta a conseguir un selfie con el rostro famoso, todo un logro con el que fardar entre
familiares y amistades. Siempre me ha llenado de curiosidad ese magnetismo secreto
del personaje conocido cuyas virtudes personales rara vez aventajan a las de
las personas anónimas. ¿Qué valor añade a tu persona ser un rostro conocido,
reconocible en medio de una multitud…? Yo creo que esa notoriedad conseguida en
los medios, en estos tiempos donde todo es efímero y pasa de forma acelerada, es
en sí misma una manifestación de éxito. El éxito, en cualquiera de sus confusas
y efímeras manifestaciones, es la causa del magnetismo. Queremos aproximarnos
al triunfador para ver en qué consiste el éxito y para ver si su contacto nos
contagia.
El
Centro, en general, vivió una experiencia nueva que generaba expectativas.
Hombre, ¡qué bien! “Salvados” se interesa por nosotros, un Instituto Público provinciano
y humilde en el extrarradio de Sevilla.
Pero,
tras la sorpresa grata viene siempre la pregunta desconfiada ¿Y qué quieren? ¿Qué hemos hecho?
El
motivo que adujo la productora de Salvados es que andaba elaborando un programa
sobre la Educación Financiera en los Planes de Estudio de los Centros y que,
picando en cualquier buscador de Internet, era el IES Pino Montano de Sevilla
el más activo aparentemente, el de mayor presencia en las redes sociales y el
que acumulaba mejores resultados en concursos nacionales.
Buceando
en nuestra historia reciente, eso es absolutamente cierto. Educación Financiera
se ha convertido en un referente de los proyectos del Centro, porque elabora
proyectos de trabajo colaborativo para desarrollar competencias imprescindibles
en el mundo laboral que el alumnado habrá de afrontar alguna vez, si el mercado
laboral se normaliza algún día. Y cuando ha participado en el concurso nacional
de ideas creativas en este aspecto, concurso que patrocina el Banco de España y,
quizás, las controvertida Comisión Nacional del Mercado de Valores, siempre se
ha colocado entre los puestos de honor.
Educación
Financiera persigue también dotar de conocimientos imprescindibles en el ámbito
económico agresivo, y en muchas ocasiones inmoral, que nos rodea y que gobierna
gran parte de nuestras vidas. Es de suponer que nadie con unos mínimos
conocimientos financieros habrá sido arrastrado al timo colectivo de las “preferentes”
con las que muchas instituciones financieras españolas, por llamarlas de alguna
manera, han esquilmado los ahorros a sus clientes más indefensos.
Pero,
descreído por razones de edad y por la costumbre campesina de observarlo todo
con cierta parsimonia, dudo mucho de que nuestros éxitos humildes justifiquen
la curiosidad de “Salvados”.
Intuyo
que el olfato agudo del programa persigue alguna pieza de mayor cornamenta.
Intuyo que anda en liza la Ley Wert y su propuesta de suprimir Educación para
la Ciudadanía para sustituirla por Educación Financiera.
Por si alguien sintiera la tentación de considerarnos adalides de la Ley Wert que han adelantado el desarrollo de sus propuestas, el proyecto de Educación Financiera en el IES Pino Montano es anterior a la propia LOMCE, y ha convivido con la enseñanza de Educación para la Ciudadanía.
Más me inclino yo a pensar que “Salvados” andaba hilando una trama que dé pie a un debate de mayor calado.
Por si alguien sintiera la tentación de considerarnos adalides de la Ley Wert que han adelantado el desarrollo de sus propuestas, el proyecto de Educación Financiera en el IES Pino Montano es anterior a la propia LOMCE, y ha convivido con la enseñanza de Educación para la Ciudadanía.
Más me inclino yo a pensar que “Salvados” andaba hilando una trama que dé pie a un debate de mayor calado.
Educación
para la ciudadanía pretendía transmitir valores democráticos de convivencia y
de respeto mutuo, así como el respeto a la Ley; quizás también hablaríamos algo
del reparto desigual e injusto de la riqueza y de derechos humanos. Ya dije a
Wert en una entrada que, suprima lo que suprima, seguiremos hablando de esos
temas. Es algo inherente al pensamiento humanista, una tradición que tiene
milenios de antigüedad, mientras él es sólo un ministro perfectamente
prescindible que no dejará memoria de su paso por esa función digna, porque la
ha convertido en un instrumento dañino de los intereses de una minoría
ideológica y económica. Tumbaremos su ley en cuanto sea posible. Y el gobierno
lo sabe.
Y
Educación Financiera nace desprestigiada en el imaginario colectivo, porque la
mayor parte de las actividades financieras de las que tenemos noticias están
bajo sospecha. Intuyo que “Salvados”, como yo mismo, sospecha que esta
asignatura se presta a la transmisión del pensamiento único y a la
justificación pretendidamente científica de que la única realidad económica en
el mundo global es la que nos ha tocado vivir, resultar competitivos con
Bangladés, aceptar trabajos inseguros y precarios a tiempo parcial, o no tener
ningún trabajo.
Tampoco
estoy seguro de que sea esa la intención de “Salvados”. Es solo una intuición.
De
lo que sí estoy completamente seguro es de que el nombre de una asignatura no
puede servirnos para alimentar prejuicios. Lo que se enseña tiene mucho que ver
con la visión que tiene del mundo y del
ser humano quien lo enseña. Y eso no lo cambiarán La OCDE, la LOMCE que sigue sus dictados al pie de la letra, ni una legión de
ministros venenosos. Soy integrante de la profesión más libre y más resistente de la tierra.
No
puedo asegurar con datos fidedignos que el
capitalismo dominante esté buscando la puerta para adentrase en el corazón
mismo de los Centros de enseñanza, colonizando con sus postulados irracionales
la mente de las generaciones futuras desde la propia adolescencia. Quizás ni
siquiera lo necesite, porque le sobran instrumentos.
Pero
es una sospecha tentadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario