A Estanis, que
compartió conmigo su indignación.
Que el PP se cebe sobre el Gobierno
Municipal de Madrid, esos advenedizos que lo dejaron sin su juguete preferido,
es algo que no causa extrañeza alguna. Buena parte de la derecha histórica de
este país no tiene redención posible. Nadie sabe cuánto tiempo será necesario
para que este país se libre del enfermizo ejercicio de la política que caracteriza
a esta derecha con resabios franquistas:
soberbios en el triunfo electoral, y rencorosos cuando les cambia el aire; y
por lo que sabemos y queda demostrado cada día, muchos de ellos predispuestos a meter la mano
en el común en beneficio propio.
Fantasmas del Canovismo renacido parecen, pero
mucho más cínicos.
Lo
que sí escandaliza sin remedio es que encuentren la connivencia de jueces y
fiscales en asuntos en los que la
independencia judicial queda en entredicho de forma dolorosa.
Por
lo que empieza a saberse, la acusación de enaltecimiento del terrorismo que
pesa sobre los dos titiriteros encarcelados en Madrid sin fianza no tiene
justificación alguna. Incluso la prensa internacional comienza a dirigir a ese
asunto su mirada crítica.
Marca
España, que tanto ha celebrado el gobierno, saliente en buena hora.
Se
me ocurre que ese fiscal concienzudo, con la bendición del Ministro del
Interior, podría solicitar prisión incondicional para Shakespeare, porque Otelo
es una clara incitación a la violencia de género; o para cualquiera que
programe una representación de la Electra de Sófocles, porque encierra una
incitación al parricidio. La lista de delincuentes universales podría resultar interminable,
incluyendo muchísimos pasajes de la Biblia cristiana.
Tendría
trabajo el hombre. La lista de obras prohibidas y encarceladas acumularía infinidad
de grandes hitos de la Literatura Universal.
Basten esos ejemplos.
A voluntad se olvidan estos hipócritas
redomados de que la novela, el teatro, los teatrillos de títeres, el cine, la
poesía son Arte y el Arte tiene la obligación de ponernos ante nuestras
contradicciones y maldades, entre sus múltiples funciones.
Quizás
habrá que echar sobre la espalda de la Concejala de Cultura la responsabilidad
de haber programado una obra de teatro callejero de claro contenido adulto en
una celebración infantil.
Estos
recién llegados al poder andan escasos de cultura. Tampoco es que les sobre a
los que llevan años de ejercicio, Pero los recién llegados son hijos de su
tiempo, hijos de las siete Leyes Generales de Educación guerracivilistas y escasamente productivas que hemos conocido
durante nuestra corta democracia.
Quizás
la mujer oyó “títeres” y asoció el término con teatro para niños, sin
preocuparse en absoluto del contenido de la obra.
O
quizás andaba necesitada de llamar la atención.
En
ausencia de política verdadera, los
recién llegados cambian placas, bustos reales, nombres de calles y de plazas , o
se esfuerzan en diseñar desesperadas llamadas de atención para que sepamos que
ya es un tiempo nuevo, que han llegado, que ya todo será diferente.
Aunque
nada cambie para los parados sin protección, los desahuciados, los asalariados precarios
y explotados, los niños que bordean los límites fríos de la pobreza y la
exclusión, los autores privados de sus derechos de autor tan pronto se jubilan
si quieren cobrar una pensión del Estado, los indefensos que aguardan inútilmente
que la ley de dependencia se digne mirar a su rincón, los Centros Públicos de
Enseñanza sumidos en una contradicción insoportable.
Para
esa gente nada ha cambiado.
Tampoco
ha cambiado nada para los evasores de impuestos; siguen campando a sus anchas con
toda libertad.
Ayer
mismo, según me aseguran, el Ministro del Interior apareció en el Telediario de
la TVE, el canal del PP desde que accedieron al gobierno. Salió con todas las armas del poder a justificar
la medidas solicitadas por la fiscalía y sancionadas por un juez contra esos
enaltecedores del terrorismo.
Todo
en orden.
Un
ministro del Interior sabrá de lo que habla. El terrorismo es la “bicha”, la
amenaza terrible que pende ahora mismo sobre cualquiera de nosotros en
cualquier lugar. Y de forma insidiosa escupió la acusación sobre los recién
llegados sin necesidad de mencionarlos.
Podemos
es un nido de intenciones oscuras, un grupo incontrolado de radicales que ponen
en peligro nuestros logros. Podemos enaltece la violencia. Y Pedro Sánchez,
buscando un pacto de gobierno con semejante escoria.
¡Que
Dios nos acoja en su santa gloria!
¡Hipócritas!
Uno
minutos después de su calculada intervención, TVE, siguiendo su desvergonzada
política de publicidad encubierta en los telediarios, saludaba no se qué
cumpleaños del video juego denominado Stret
Fighter, “una legendaria franquicia de lucha callejera”, al alcance de cualquier
niño y de cualquier adolescente que puede matar el tedio y a numerosos enemigos
sin problemas de conciencia desde el sofá de su casa.
Propongo
al Sr. Ministro del Interior que lleve al responsable de Informativos de la
cadena pública ante ese fiscal tan concienzudo que ha solicitado prisión
incondicional para esos titiriteros, víctimas propiciatorias en todo este gran
teatro de títeres que es la política nacional.
El
responsable de Informativos sí ha enaltecido la violencia, y ésta sí, gratuita e inexplicable.
Fantástico artículo Antonio
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